martes, enero 15, 2008

Calor y sueño

En el día más caluroso del milenio nos encontramos con Marcos Antonio construyendo el garaje.

Para abaratar costos reciclé ladrillos de los mojinetes caídos en la pasada tormenta.

“Conseguime un peón y te cobro menos”, me había dicho el albañil. No desaproveché la oferta. Por eso Antonio me está ordenando ahora preparar dos maquinadas de mezcla y picar unos huecos en la pared.

A media mañana ya tenemos los brazos ardidos por el sol. Por la calle, otro afiebrado de calor le grita a su novia que parece una puta con ese short ajustado. No logro mantenerme al margen: “¡ Che, pendejo!¡ Tranquilizate o buscate otra mina!”. Me ponen muy nervioso las peleas de pareja de mi barrio. Nunca falta el energúmeno que de la discusión pase a la agresión física. Por eso cuando veo ciertas situaciones tensas en alguna vereda me obligo a pasar una y otra vez, por las dudas, aunque igual me quedo intranquilo.

Para distenderme, el peruano además de pedirme tres baldes de piedra, tres de arena, uno de cemento y uno y medio de agua, se explaya en recetas y costumbres de Arequipa, su ciudad natal.

Según Antonio, la chicha blanca del Perú viene de la quinoa, planta tan nutritiva que “se la llevan todita los de la Nasa, para que coman sus astronautas”. Del residuo de su fermentación, también denominado “concho” se hace adobo para estofados. A propósito, como Antonio fue el último nacido de su familia le decían “Conchito”. Uno de estos estofados con adobo de concho de la chicha, es el de chancho.

Increíblemente, el estofado de chancho se vende en los bares de Arequipa a las seis de la mañana, porque sirve para aplacar el efecto de las borracheras. Claro que luego hay que beber una copa de “anisao” para lograr asimilar semejante desayuno. Y luego, para pasar el anís no hay nada mejor que un té “piteaú”. A éste se le dice así por la sencilla razón de que se espera a que la pava silbe como un pito.

Mientras escucho tal sucesión de ingestas en las que unas aplacan a las anteriores, nos sobrevuelan los pelotazos de los chicos que juegan al fútbol en el baldío de al lado. Ellos ya saben que pueden usar la canilla de agua de mi terreno y pasar sin abrir demasiado el hueco en el tejido de alambre. En dos años los vi crecer, pero sus figuras se mantienen delgadas, casi escuálidas. En este universo de esqueletos, a uno lo apodaron, el “Hueso”. Las piernas del “Hueso” a veces parecen curvarse como juncos al viento.

Algunas chicas asisten al partido. Su adolescencia durará lo que vive una mosca. En cualquier momento aparecerán con panzas de embarazadas o portando bebés. “Cuando era joven me teñía el pelo de cualquier color”, me comentó una chica de veintidós años, aunque ya con ocho ejerciendo la maternidad.

El Peruano sigue hablando: “…San Martín al final fue a Perú para armar quilombo, pero después fuimos los peruanos los que tuvimos que pelear para sacar a los españoles…la papaya se usa para ablandar la carne y las semillas disuelven los cálculos…” Lo demás no lo escucho. Me quedo dormido boca arriba sobre un tablón.

Por la tarde agregamos más horas de trabajo.

Se escucha la propaladora del botellero: “compro radiadores, estufas viejas, señora. Compro baterías, colchones viejos, señora…” Hasta hace una semana el hombre hacía su trabajo con un viejo camión, pero borracho, a medianoche, lo enterró en la zanja frente a mi casa, estrellándose previamente contra un árbol y el auto de mi vecino. Ahora, trata de mantenerse hidalgo sobre su carro tirado por caballos, mientras mi vecino lo observa con ojos de sangre.

A las seis de la tarde, nos tomamos una cerveza que mantuve en el congelador. Mientras esperamos que se descongele, Antonio me explica como usar el teorema de Pitágoras para calcular las medidas de la escalera que estoy por hacer. Pero me quedo dormido sobre la mesa. Le ruego al Peruano que se vaya, porque ya no lo aguanto más.

Por la noche, el calor y el cansancio no me dejan conciliar el sueño. O tal vez necesito la charla del albañil.

jueves, enero 10, 2008

Clínica de obra – 1ª Convocatoria

El Equipo Gómez Delivery invita a una Clínica de obra gratuita en la que se abordará el tema Pintura Matérica y tal vez se derive someramente, tan sólo un breve vuelo de pájaro, hacia uno de los enfoques pertinentes: el revoque de paredes.


Nada más que por si acaso, contamos con 160 metros cuadrados de pared por si alguien llegara a desear el realizar alguna práctica. Aconsejamos que los interesados lleven una muda de ropa de trabajo, pero por las dudas, de puro precavidos nomás.


Es casi innecesario aclarar la importancia del conocimiento de la Pintura Matérica, tema vital para pintores, grabadores, escultores, por múltiples motivos. También es muy conveniente para fotógrafos, diseñadores, intelectuales en general aunque sería muy difícil y engorroso explicar su utilidad ahora.

Esta jornada a puro arte, a desarrollarse a fines de febrero, será registrada en un video para Canal A ( Arte), Canal E ( Encuentros) y Canal I ( Indigencia), para lo que hay todo un equipo preocupado seriamente en la organización del evento.


Este equipo está integrado por:

Producción ..............: Víctor Gómez

Dirección ...............: Víctor Gómez

Asistente de Dirección ..: Víctor Gómez

Edición .................: Víctor Gómez

Asistente de Edición ....: Víctor Gómez

Catering ................: Víctor Gómez

Limpieza de Sanitarios ..: Víctor Gómez

Para una mejor organización, los interesados deben inscribirse dirigiéndose por mail a totemca@hotmail.com lo más anticipadamente posible. Hay cupo. Además el Equipo de Catering no desea que falte falda parrillera ni choripán, y mucho menos que sobre.