Diario nocturno de mi cuadra
Varias malditas noches de insomnio me forzaron a descubrir la actividad nocturna de mi cuadra, tan rutinaria como intensa.
19 hs: albañiles y cortadores de pasto toman cerveza bajo el alero del quiosco.
20 hs: adolescentes en grupos pequeños se sientan en rondas cobre el asfalto caliente a tomar cerveza. Los de un grupo más apartado, además, bolsean pegamento.
21 hs: si no está internado en el hospital por su cirrosis, Don Chicho bebe Fernet en la puerta de su casa hasta quedar totalmente borracho.
22 hs: la calle es escenario de alguna pelea a trompadas.
23 hs: en un baldío a media cuadra, se improvisa un torneo de penales. Se juega por plata y corren apuestas.
23.30: se escuchan disparos de revólver desde las proximidades.
1 de la madrugada: Se dispersan casi todos. Algunos permanecen tomando cerveza.
1 a 3hs: hacia el centro de la ciudad, circulan en ciclomotores y bicicletas jóvenes pibes chorros en busca de posibilidades de hurto.
1.30: se escuchan disparos desde otro sector.
1.45: dos rubias ampulosas, tía y sobrina, sentadas en la vereda de enfrente, envían mensajes por celular. La menor es madre de un bebé.
2 hs: llega un auto deportivo modificado o tuneado. Los dos caños de escape provocan ruido de explosiones, además de lanzar llamaradas de fuego. Descienden seis chicos de variadas edades a reunirse con las dos rubias durante una hora. Mientras dos de ellos se besan y abrazan con las rubias, el resto patea botellas de plástico.
2.30: como cada tanto, la mujer de Don Chicho le grita: “¡Pegale, pegale a ese hijo de puta!”. A veces se refiere a uno de los cinco perros, y otras, a alguno de los cinco nietos.
3 hs: se escuchan tiros.
4.30: un vecino de enfrente calienta el motor del auto para ir a su trabajo en el mercado.
4 a 6 hs: vuelven los pibes chorros de sus recorridas.
6 hs: Potentes relinchos. Un viejo cartonero trae a pastar a sus caballos en el baldío de al lado.
6.15: El potrillo color canela se introduce a pastar en mi terreno.
6.30: Dos palomas hacen una parada estratégica sobre mi techo para aparearse. Por el ruido parecen cientos. Posiblemente estén de trampa.
6.45: La mujer de Don Chicho monta una quema de desperdicios al lado de mi casa y se aleja por más remolcando su changuito de supermercado. A veces, son otros vecinos los que organizan la quema.
7 hs: el pastor evangelista y su mujer, padres de las rubias, limpian el patio delantero de la casa, de las cagadas de sus quince perros.
7.30: Marchan a sus trabajos en las mansiones y countries de Fisherton los albañiles, sobre camionetas destartaladas, y los cortadores de pasto y jardineros, en remolques de tractor.